Cutberto Cordova
Libertad Efímera - Cutberto Córdova /Joxyer Zamudio
Una libertad que se nos esfumó de las manos
El concurso
En marzo de 2020, junto con la Academia de Guitarra de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, se llevó a cabo el Festival GuitaRED UV, que tuvo el objetivo de incentivar a los estudiantes para evitar caer en el desaliento. En él hubo un concurso para los estudiantes de la Facultad de Música que consistía en realizar una interpretación de la Obra Libertad Efímera a través de Youtube.
Los jurados que participaron fueron: Remí Boucher de Canadá, Isaac Bustos de Nicaragua y Jay Kacherski de Estados Unidos. Norberto Cuevas realizó la grabación de audio, y el Maestro Jorge Caballero la producción del video.
El ganador del premio fue el alumno Joxyer Zamudio Contreras, quien por decisión unánime obtuvo la mayor puntuación.
La historia
A principios de 2020 supimos del inicio de un nuevo virus llamado COVID 19. Mis amigos músicos comentaban que de alguna u otra forma todos padeceríamos esta nueva enfermedad.
La noticia comenzó a circular anunciando que este virus tenía su origen en Wuhan, de la República China. Recordé que 8 años antes estuvimos muy cerca de esa ciudad, en una gira con la Orquesta de Guitarras de Xalapa.
Pasaron meses en los que el virus avanzó silenciosamente, y poco a poco comenzó a cobrar vidas en todo el mundo, generando incertidumbre y desesperanza. Lo que parecía sería algo temporal, vino a establecerse, formando parte de nuestra vida cotidiana.
La obra Libertad Efímera nació en medio de esta catástrofe, y su nombre hace alusión a que esa libertad que no sabíamos que teníamos. Libertad para poder charlar, abrazarse, reunirse con amigos y familia. De repente de desvaneció por completo. Tuvimos que restringir ese contacto físico que siempre tuvimos. Nos volvimos más sensibles, valoramos más los pequeños detalles que no nos habíamos dado tiempo de apreciar. Nos bajamos de esa vida cotidiana que llevábamos con gran velocidad.
Dar valor a cada una de las cosas, ayudarnos y observar la vida con esperanza, se convirtió en un acto heroico. Algo que no tan fácilmente conseguimos. El vivir con la firme creencia de que el final de esta enfermedad llegará en algún momento, que podremos abrazarnos, vivir sin temores y mucha paz en nuestro corazón, recuperando esa libertad que, sin previo aviso, se nos esfumó de las manos.
